En la mitología azteca, Xólotl era considerado el dios del juego de pelota, patrón de los brujos y se le vincula con el relámpago, el fuego y su creación, la muerte, el movimiento, la oscuridad, lo doble, el inframundo y era guía de las almas de los muertos.
Era generalmente descrito como un hombre con cabeza de perro, un esqueleto o un monstruo deformado con pies invertidos.
Era también dios siniestro de las monstruosidades, de los gemelos, gente de estatura baja, las desgracias, la enfermedad, y las deformidades y se le representa llevando la joya espiral del viento y los pendientes de Quetzalcóatl.
Xólotl es el hermano canino y gemelo de Quetzalcóatl, siendo ambos hijos de la virgen Chimalma. Juntos, Quetzalcóatl y Xólotl, son Tlahuizcalpantecuhtli, la representación personificada de Venus, correspondiendo la representación vespertina a Xólotl.
El anfibio axólotl o ajolote está nombrado en honor a esta deidad.
El oso de la oscuridad 🐻
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